Tom Bombadil
Siempre Verde
Seria
entonces siempre el verde
El
que inundaría ayer y mañana
La
quietud de tus ojos
Verde
musgo
Verde
selva
Verde
mar
Y
a la noche le seguiría el verde
De
las faldas ondeando a la luz de Helios
De
las pupilas excitadas ante el fulgor de las hojas
Colgadas
como guirnaldas en los trocos duros de los árboles
Y
las ondinas, ninfas y duendes del bosque crepuscular
Concentrarían
finalmente la luz
De
la magia verde
De
la savia verde
Del
extracto purificado
De
las aves desnudas
De
sus verdes plumas
Como
colibríes
Y
cachañas
Y
un poco más allá
Después
de las verdes praderas
Los
lotos en las aguas de las lagunas
Con
sus verdes luchecillos
Se
congregarían las cigarras
Las
moscas de verdes ojos
Y
las cuncunas luminosas
Rozando esos cuerpos
Inertes
Bajo el verde oscuro del roble
Con
sus manos extendidas en las praderas
Dejándose
llevar
Por
el gusto
El
sabor
El
dulzor
Del
verde Sexo
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