R.T.
Débil
Soy
demasiado débil para procesar mi propio sentir, el cielo nocturno me hace
compañía mientras mi cabeza da vueltas alrededor de aquello que intento poder
explicar y no puedo. Mi debilidad se ha vuelto más notoria cuando mis ojos no
pueden cerrarse en las noches y me detengo a contemplar la oscuridad que invade
el cielo, la ciudad, la oscuridad de la que están envueltas las sombras de
aquellos que han perdido su alma o se han resignado al vacío sin motivo por el cual mantenerla viviente, solo
es un momento fugaz que se deja escapar junto con todo lo que alguna vez
fueron. Tengo un poco de melancolía al darme cuenta de lo que me he convertido,
un simple ser que vaga sin alma alrededor de los viejos caminos que recorría
cuando tenía vida, una sombra extraña que se proyecta a la luz tenue que
ilumina el pequeño panorama que me envuelve, me consume. Mi alma pareciera
haberse perdido en medio de toda la oscuridad de la que se dejó envolver, no me
di cuenta en que momento fue, en que instante mi alma se convirtió en vaga,
yendo por el mundo sin rumbo fijo, sin tener un camino que seguir y eso me ha
vuelto débil, no puedo procesar el vacío inmenso del que no encuentro salida,
me seduce el deseo de querer arrojarme al abismo y volar como una partícula más
en el aire, una leve pluma que pasea alrededor de los lugares que acostumbraba
visitar, leve, tranquila, a la que lleva el aire simplemente como algo
rutinario y sin motivo alguno para detener su paseo que no tiene una encomienda
trazada. Quisiera poder decir lo contrario de mí, que soy un alma que disfruta
alegre de la noche joven que deja visualizar la luna, pero no, soy solo yo y mi
soledad que me dice al oído la dureza de mi realidad, la realidad que se
proyecta en el breve espacio en que me encuentro, la delgada línea entre la
vida y la muerte.
Comentarios
Publicar un comentario