Amor, se sabía entre los amores,
Que el nuestro, era el más fiero conejo;
El más ígneo canto de las mañanas;
Y entre ellas, el que menos disertaciones
pretendía,
Entre los tiernos, el más adictivo;
Pues éramos, yo y tú,
Tiempo de los boreales.
Se sabía, amor, que en los inviernos,
Eras tú, la de los más cortos horarios
Y yo, el de los dolores más profundos,
Éramos, cuando queríamos
Páginas de océanos florecientes, más humanos…
Fue, entonces, mi duelo…mi amor,
El que más dolió en la historia.
Amor, se sabía entre los amores, que lo
nuestro,
Fue arrebatado de alguna parte del todo;
Éramos, tú y yo,
Excusa existencialista,
La
mitología de estos versos.
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